PERIPECIES DE UN DIA NORMAL MIO (volumen 2)

   .... y ya estamos listas para salir ha hacer la compra!, salgo de casa coja con una muleta, (que solo me hace falta el parche el ojo y el garfio...), pero no por el Parkinson, sino por mi menisco roto y  mi rodilla hueca. Ya me llevo el carrito de la compra a casi todos los lados, aunque solo vaya a comprar el pan, porque ademas de quitarme peso, me ayuda a apoyarme...., camino por la calle distraída, a mi bola pensando en mis cosas y de repente algo ocurre a mi lado...., se levantó como viento..., y resulta ser el rebufo de una señora octogenaria que también lleva carro y bastón y que la muy...,"maja", corre más que yo....,¡me he quedado con su cara!, otro día me das la revancha!

   Logro llegar al super pero no sin antes notar como se me clavan unas cuantas miradas entre burlas y pena. Ya casi ni las noto... Hago la compra como una persona normal y corriente y llevo a casa con la compra.

   ¡TODO UN LOGRO, Coloco las cosas y ya me tengo que sentar a descansar.

   Es, por decirlo de alguna manera, estoy atrapada en el cuerpo de una señora mayor que no me deja disfrutar ni de mi juventud, ni de mi familia, y sobretodo ni de mi hija. 

 Este viernes unos amigos que son geniales, (tengo la suerte de tener unos pocos a mi lado....), nos llevaron a una playa preciosa. ENOOOOOORME. Donde permiten perretes. Ellos tienen uno precioso y nosotros tenemos a nuestro perro-cabra. ¿que porqué lo llamamos así? En realidad no es cosa nuestra. 

Cuando llegó a nuestras vidas tenía muchos miedos y decidimos llevarlo a clases de agility; aprende muy rápido, pero es muy bestia. El primer día quiso subir la empalizada, y en vez de subirla saltó contra ella y

allí dejó clavados los espolones. Su profe, en ese momento decidió llamarlo CABRA!, 

   Bueno pues para la playa que nos fuimos y allí el perro lo pasó bomba pero mi niña..., suerte que tengo buenos amigos, que ya forman parte de mi familia. En este caso estas dos maravillas de personas se metieron con ella en el agua y jugaron y la enterraron en la arena..., incluso me mimaron a mí.

  De la que volvíamos a casa venían la nena y el perro durmiendo y mientras yo conducía..., venía pensando en que el año pasado aún teniendo ya el menisco roto.... todavía podía jugar con la nena en el agua y ahora no..., QUE TRISTEZA..., Estos dos años..., ¿quien me los va a devolver?.

                                          

NUESTRO PERRO-CABRA.... TAK!